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Paraguay y Argentina firman acuerdo para llevar gas de Vaca Muerta a ambos océanos

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Los gobiernos de Argentina y Paraguay han llegado a un pacto importante que podría transformar la dinámica energética en la región del Cono Sur. A través de un memorando de entendimiento, ambos países acuerdan colaborar para facilitar un proyecto ambicioso que busca transportar gas natural desde Vaca Muerta, ubicada en la Patagonia de Argentina, hacia el Océano Atlántico y el Océano Pacífico, empleando caminos estratégicos por territorio paraguayo.

El acuerdo incluye un plan para revisar, planificar y posiblemente llevar a cabo el transporte de gas no convencional, extraído de una de las mayores reservas globales, hacia mercados internacionales. Este proyecto se basa en el interés compartido de reforzar la seguridad energética de la región, promover la integración económica e incentivar inversiones en infraestructura estratégica.

Uno de los puntos centrales del acuerdo es la posibilidad de construir un gasoducto que conecte la cuenca neuquina de Vaca Muerta con la red energética paraguaya y, desde allí, facilite el acceso al sistema fluvial del Río Paraná y eventualmente al Pacífico, a través de corredores bioceánicos que conectan con puertos en Chile. Esta solución permitiría diversificar las vías de exportación del gas argentino y dotar a Paraguay de una fuente estable y competitiva de energía, al tiempo que se convierte en una bisagra logística clave para la región.

El proyecto se alinea con los esfuerzos argentinos por ampliar la salida de su gas natural hacia el exterior, dado el potencial excedente de producción proyectado para los próximos años. Las autoridades argentinas han manifestado que Vaca Muerta podría convertirse en una fuente clave de divisas para el país, si se desarrollan los mecanismos adecuados para exportar gas a países vecinos y a mercados más lejanos mediante gas natural licuado (GNL).

Por su parte, Paraguay ve en esta alianza una oportunidad estratégica para diversificar su matriz energética, actualmente muy dependiente de la generación hidroeléctrica. El país no cuenta con yacimientos significativos de hidrocarburos, por lo que el acceso al gas natural argentino representa una posibilidad concreta de ampliar su base energética y atraer nuevas industrias. Además, se abre la puerta a desarrollos conjuntos en materia de transporte, almacenamiento y distribución de gas, así como a inversiones en infraestructura vial y fluvial.

El memorando también incluye el compromiso de ambos gobiernos de crear un comité técnico binacional encargado de evaluar la viabilidad económica, ambiental y legal del proyecto. Esta instancia deberá analizar aspectos como trazados posibles, estudios de impacto, modelos de financiamiento y mecanismos regulatorios que permitan avanzar con seguridad jurídica y sostenibilidad.

La cooperación energética entre Argentina y Paraguay no es nueva, pero este acuerdo representa un paso cualitativo al apostar por un proyecto de largo alcance y alto impacto geopolítico. De concretarse, la iniciativa podría tener un efecto catalizador sobre otros acuerdos regionales de infraestructura y comercio, reforzando los vínculos del Mercosur y generando nuevas dinámicas en el mapa energético del sur del continente.

Expertos de la industria han indicado que el logro de esta táctica se basará en igual medida en el compromiso político y en la colaboración del sector privado, especialmente en términos de financiamiento y avance técnico. Compañías de energía, transporte y logística ya han demostrado interés en involucrarse en las investigaciones preliminares y en futuros consorcios operativos.

De igual manera, el convenio se enmarca en un entorno global donde la importancia de la seguridad enérgica y la variedad de fuentes sigue aumentando. América Latina intenta destacarse como un participante significativo en esta nueva situación, y proyectos como este potencian la noción de una región capaz de unir recursos, habilidades y demandas bajo modelos de cooperación que benefician a ambas partes.

El acuerdo alcanzado entre Paraguay y Argentina representa un avance importante en las relaciones diplomáticas y económicas, con el potencial de iniciar un cambio significativo en el uso de los recursos energéticos del Cono Sur. A pesar de que existen múltiples desafíos por delante, las expectativas son elevadas y la disposición de ambos gobiernos parece enfocarse en lograr una integración energética más completa y sostenible.

Por Otilia Adame Luevano