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Crisis energética: pérdidas económicas y desperdicio de energía

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Desde el comienzo de la crisis energética provocada por el conflicto en Ucrania, tanto las viviendas como las industrias han perdido más de 450 millones de euros debido a los obstáculos para cobrar por los excedentes de energía producidos por sus instalaciones fotovoltaicas. Esta situación ha provocado el desperdicio de 2.094 gigavatios hora (GWh) en el último año, lo que representa cerca del 1% de la demanda eléctrica del país.

La repercusión del derroche de energía

El impacto del desperdicio energético

La mayor parte de los excedentes de energía provienen de instalaciones industriales, que debido a su capacidad generalmente generan más electricidad de la que utilizan. Un caso común es el de una planta manufacturera con paneles solares que permanece cerrada los fines de semana y podría enviar a la red la energía producida en esos días. No obstante, las trabas burocráticas y la falta de eficiencia de las empresas distribuidoras complican el trámite, evitando que los autoconsumidores obtengan una compensación adecuada por la electricidad que contribuyen al sistema.

Los excedentes de energía se generan principalmente en instalaciones industriales, que por su capacidad suelen producir más electricidad de la que consumen. Un ejemplo típico es el de una fábrica con paneles solares que no opera los fines de semana y podría inyectar a la red la energía generada durante esos días. Sin embargo, las barreras burocráticas y la falta de diligencia por parte de las compañías distribuidoras dificultan el proceso, impidiendo que los autoconsumidores reciban una compensación justa por la electricidad que aportan al sistema.

Uno de los aspectos críticos en este desperdicio de energía es la pesada carga burocrática requerida para legalizar instalaciones de autoconsumo de determinada magnitud. Asimismo, las empresas distribuidoras de electricidad no siempre gestionan con la rapidez necesaria los permisos para inyectar excedentes en la red. Esto impacta especialmente a empresas y hogares que han optado por la energía solar como una alternativa sostenible y eficaz.

Desde el ámbito de las energías renovables, se ha reclamado en varias ocasiones que tanto el gobierno como los entes reguladores no han implementado acciones concretas para simplificar este proceso. La falta de capacidad en las redes, junto con restricciones técnicas y normativas, ha obstaculizado el establecimiento de un marco eficiente para la compensación de los excedentes del autoconsumo.

Progreso del autoconsumo en España

El ritmo de instalación de nuevas plantas fotovoltaicas para autoconsumo ha disminuido en los últimos dos años. Durante 2021 y 2022, el incremento del autoconsumo fue motivado por el elevado coste de la electricidad, lo que resultó en la implementación de casi 307.000 sistemas en hogares y empresas. No obstante, la disminución de la preocupación por los precios energéticos ha llevado a una ralentización en 2023 y 2024, con una reducción del 27% en la potencia instalada (1.943 MW en 2023 y 1.431 MW en 2024). Esta caída ha implicado alrededor de 100.000 instalaciones menos en comparación con los dos años anteriores.

Por sectores, el mayor impacto se ha sentido en el ámbito residencial, donde la reducción de la capacidad instalada fue del 34,3%, mientras que en la industria fue del 23,4%. Sin embargo, especialistas en el área aseguran que, a pesar de la baja en los precios del mercado eléctrico, el autoconsumo continúa siendo una inversión lucrativa. Con los precios actuales, una familia podría recuperar su inversión en ocho años y medio, mientras que una empresa podría hacerlo en menos de siete años, disfrutando luego de más de veinte años de electricidad sin coste.

Por sectores, el impacto ha sido mayor en el ámbito residencial, donde la contracción de la potencia instalada alcanzó el 34,3%, mientras que en la industria fue del 23,4%. No obstante, expertos del sector sostienen que, a pesar de la caída de precios en el mercado eléctrico, el autoconsumo sigue siendo una inversión rentable. Con los niveles actuales de precios, una familia podría amortizar la instalación en ocho años y medio, mientras que una empresa podría recuperar su inversión en menos de siete años, disfrutando posteriormente de más de dos décadas de electricidad gratuita.

Distribución territorial del autoconsumo

El autoconsumo en España se concentra en tres comunidades autónomas: Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, que en conjunto representan casi el 50% de la potencia total instalada en el país. Estas regiones han liderado la adopción de la energía solar fotovoltaica, gracias a su elevado número de horas de sol y a políticas autonómicas que han fomentado la inversión en renovables.

Por Otilia Adame Luevano

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